Para Deleuze el cuerpo es un fenómeno múltiple, al estar compuesto por una pluralidad de fuerzas irreductibles; su unidad es la de un fenómeno múltiple “unidad de dominación".
Me planteo;
¿El cuerpo del erotismo es en nuestra época un campo de fuerzas irreductibles?
¿En qué medida la tensión busca ser reducida anulando toda diferencia entre un yo y otro?
Este cuerpo compuesto de fuerzas activas, de fuerzas reactivas; de fuerzas dominantes y de fuerzas dominadas, atravesado por la obediencia y el mandato como dos formas de un mismo torneo... está hoy agonizando.
¿Se puede escapar, entonces de la tiranía de lo hegemónico en un cuerpo que no puede errar? ¿En un cuerpo signo de identidades unívocas?
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